HERSCHEL GRYNSZPAN O EL PRELUDIO DE LA KRISTALLNACHT
El antisemitismo legalizado en Alemania generó un éxodo masivo de judíos alemanes hacia países no afectados por el nazismo. Los judíos que decidieron permanecer en Alemania y de origen no alemán fueron hostigados por el gobierno nazi para que regresaran a sus países de origen cancelando permisos de residencia y expropiando propiedades.
Polonia contabiliza en más de 70.000 judíos de origen polaco que viven en Alemania Y en la ahora anexionada Austria y se ve incapaz de acogerlos por lo que el gobierno dicta una ley determinando que todos aquellos judíos polacos que lleven viviendo fuera de sus fronteras más de 5 años se les retira la nacionalidad polaca automáticamente.
Entre los judíos polacos residentes en Alemania se encuentra la familia Grynszpan. El hijo de esta familia, Herschel, decide ir a Bélgica para vivir junto a su tío pero pasado un tiempo y debido a las malas relaciones con él abandona Bélgica y entra ilegalmente en Francia ya que al carecer de recursos económicos que demuestren que no es un vagabundo y no poder recibir dinero desde Alemania por las restricciones contra los judíos se le niega el paso a este país.
No quiero extenderme en la vida personal de Herschel Grynszpan (por no venir al caso) pero resumiendo su estancia en Francia, en Agosto de 1938 y con el pasaporte caducado, la Policía gala le ordena abandonar el país. Alemania le niega la entrada por ser judío y decide pedir ayuda a sus abuelos a los que, viviendo en París, nunca había visitado y convive con ellos aunque de forma ilegal.
En estas mismas fechas el III Reich anuncia la no renovación de documentos a los judíos polacos y que a partir del 31 de Octubre de 1938 dejarían de ser ciudadanos alemanes pero incumpliendo esta fecha como tope a la salida voluntaria de los judíos polacos hacia Polonia, el 26 de Octubre la Gestapo realiza una redada general deteniendo a más de 12.000 polacos que residen en Alemania, entre ellos está la familia de Herschel.
Los 12.000 judíos son llevados en trenes hacia la frontera polaca pero este país se niega a aceptarlos por lo que quedan abandonados en la población polaca fronteriza de Zbąszyń recibiendo ocasionalmente alimentos por parte de la Cruz Roja y algunas organizaciones judías.
Herschel, enterado por la prensa de los sucesos, confirma que sus padres se encuentran entre los judíos retenidos en Zbąszyń por una postal enviada el 31 de Octubre de 1938 por su madre Berta desde esta población y recibida por su tío el 3 de Noviembre en la que le pide ayuda para emigrar a Estados Unidos. Herschel ve imposible el envío de dinero a sus padres y recurre a que lo haga su tío Abraham pero tras visitarle el Jueves 6 de Noviembre ambos discuten y solamente obtiene 300 francos franceses que le da su tío.
La noche del 6 de Noviembre la pasó durmiendo en una pensión de París y redactó una carta de despedida dirigida a sus padres que guardó en un bolsillo de su abrigo y que jamás envió. Buscaba venganza a la situación que estaban padeciendo sus padres.
Al día siguiente, 7 de Noviembre de 1938, entró en una tienda de armas y convenció al dependiente de que le vendiese un revólver ilegalmente por un valor de 235 francos. Comprobó el funcionamiento del martillo, la carga de munición en el tambor del arma y se lo guardó en un bolsillo.
Se encaminó hacia la Rue de Lille en donde estaba situada la Embajada de Alemania en París y al llegar pidió ser recibido por un funcionario cualquiera. En ese momento sólo estaban trabajando dos funcionarios de la Embajada y uno de ellos, Ernst von Rath y en calidad de Secretario personal del Embajador, se levantó de su mesa y se acercó a Herschel para atenderle. Sin mediar palabra alguna, Herschel sacó el revólver del bolsillo y disparó cinco veces sobre von Rath que a pesar de los impactos de bala no murió enseguida sino dos días después.
La policía francesa detuvo a Herschel mientras vociferaba que ha actuado en nombre de los 12.000 judíos aprisionados en la frontera germano-polaca. La investigación policial llegó a la conclusión de que Ernst von Rath era homosexual (tiempo atrás fue tratado de gonorrea rectal en el Instituto de Radiología de Berlín) y Herschel le asesinó al negarse a mantener relaciones sexuales a cambio de salvar a su familia. Goebbels, al leer este informe, lo negó inmediatamente al considerarlo lleno de “mentiras absurdas, típicamente judías”. En el año 2001, el historiador Hans Jürgen, publicó un documento en el que demostraría que von Rath y Herschel habían tenido relaciones íntimas.
Herschel, con 17 años y considerado menor de edad, fue recluido en la prisión juvenil de Fresnes (cercana a París) hasta Junio de 1940. Sometido a juicio el 1 de Septiembre de 1939, el proceso se retrasó al entrar Francia en conflicto con Alemania. Por una serie de vicisitudes que no se relacionan con este libro, Heschel, trasladado de prisión en prisión, acabó en 1941 internado en el campo de concentración de Sachsenhausen y después el de Flossenbuerg (ambos en Alemania). Diversas dilaciones en su juicio, este jamás llegó a celebrarse y se perdió su pista. Para unos murió entre 1943 y 1945 tras ser interrogado personalmente por Adolf Eichmann, para otros consiguió sobrevivir a la II Guerra Mundial y vivió en París con nombre falso.
Lo que si es cierto es que el asesinato de Von Rath a manos de Herschel dio la excusa que buscaba Hitler para el comienzo de la Kristallnacht.
ATENTADO CONTRA HITLER. LA NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS O KRISTALLNACHT
Adolf Hitler necesitaba una pequeña excusa que desatase el infierno nacional contra la población judía alemana; estaba deseoso de expulsar a los judíos a cualquier precio y el asesinato de von Rath a manos de un judío era el motivo que esperaba. Hitler llama a Heydrich y le ordena que los miembros del NSDAP y de la SS sean alertados para emprender un progrom (linchamiento multitudinario) contra todos los judíos de Alemania. Para ello los provocadores deberán vestir ropas civiles sin insignias o indumentaria que les relacione con el Partido Nazi e incitar a la población en general contra los judíos.
El día 8 de Noviembre de 1938 y por orden directa de Adolf Hitler, Reinhard Heydrich emite un comunicado a todos los cuarteles del Ejército, a las Comisarías de Policía nacionales y a los miembros de la SD en el que da instrucciones para que se preparen a emprender acciones contundentes contra los judíos autorizando el destrozo de comercios, incendios, detenciones y apaleamientos. Todos estos actos vandálicos serán aplicados contra ciudadanos judíos alemanes (no contra judíos extranjeros) y los saqueos e incendios no deben afectar a comercios ni viviendas arias.
Este mismo día Adolf Hitler se encuentra en Munich dando un discurso conmemorativo del Putsch o intento de golpe de estado el 8 de Noviembre de 1923 en la cervecería Bürgerbräukeller. Acaba su discurso y a los 2 minutos de abandonar la cervecería una bomba escondida en una columna cercana a donde minutos antes Hitler estaba situado hace explosión matando a 7 asistentes y dejando otros tantos heridos. La Gestapo, tras algunas averiguaciones, detiene a un carpintero local llamado Georg Elser (nacido el 4 de Enero de 1903 en Wurtemberg, Baviera); fue interrogado hasta la saciedad mediante tortura pero siempre declaró que actuó sólo. Enviado al campo de concentración de Dachau como “prisionero especial” (no debía morir), fue asesinado el 9 de Abril de 1945, casi un mes antes del suicidio de Adolf Hitler.
También este 8 de Noviembre de 1938 el gobierno da la orden de que los escolares judíos sean expulsados de forma permanente de los colegios alemanes, se prohíbe toda actividad social, cultural y religiosa semita y se cierran las publicaciones dirigidas por judíos.
Debo mencionar que para esta época el descontento popular en Alemania era generalizado. La Gran Depresión de Estados Unidos afectó también a Alemania que vio sus exportaciones reducidas y, por ende, más desempleo. A este malestar general hay que añadirle la propaganda negativa contra los judíos por radio y prensa que Goebbels lanzaba a diario y la visión de que el pequeño y mediano comercio que sobrevivía estaba en manos de judíos. La suma de todos estos elementos da como resultado un desmesurado odio a la población judía en general que se pondrá de manifiesto enseguida.
9 de Noviembre de 1938, muere von Rath y se ordena que esta misma noche comience el progrom contra los judíos. La orden de Heydrich se pone en marcha en toda la Alemania nazi por lo que grupos miembros del NSDAP y de la SS, ataviados como obreros, salen de sus sedes y comienzan a arrasar comercios judíos, Sinagogas, domicilios particulares en los cuales realizaron detenciones, cementerios hebreos, almacenes, etc... algunos ciudadanos corrientes se dejan llevar por el descontrol y la violencia y creyendo que los provocadores son trabajadores normales les apoyan en la revuelta.
Durante toda la noche los actos de vandalismo contra la población judía son incesantes; desde Kiel (en el norte de Alemania) hasta Klagenburgo (al sur de Austria), desde Colonia (en el oeste alemán) hasta Allenstein (en Prusia) los miembros del NSDAP y los de la SS, ayudados por soldados y civiles, dejaron en total 1.574 Sinagogas destruidas o incendiadas, centenares de cementerios profanados salvajemente, 29 grandes almacenes de propiedad judía saqueados y destruidos y más de 7.000 pequeños comercios judíos destrozados. Las humillaciones callejeras a judíos también fueron generalizados, sobre todo en la anexionada Austria, ya que en diversas ciudades se les obligó a limpiar de rodillas las calles mientras eran apaleados públicamente y con las risas de sus vecinos.
Por la cantidad de escaparates rotos y cuyos cristales quedaron esparcidos por las aceras de todo el III Reich, a los sucesos de esta noche se les conoce como la “Noche de los Cristales Rotos” o Kristallnacht.
Los asesinatos también fueron una constante durante esta noche. La cifra se acerca al centenar de judíos asesinados a balazos o palizas a manos del NSDAP y la SS. Entre las víctimas mortales de la Kristallnacht se encontraban algunos ciudadanos arios que encontraron la muerte por haber intentado ayudar a judíos o haber sido confundidos con estos.
Se produjeron más de 17.000 detenciones de ciudadanos judíos que fueron enviados a diversos campos de concentración alemanes y, posteriormente, la mayoría trasladados a campos de exterminio para ser asesinados inmediatamente.
Los sucesos de la Kristallnacht se extendieron por todo el mundo civilizado por lo que muchos países presentaron quejas desde sus Embajadas al III Reich que sencillamente las ignoró. Solamente Hermann Goering, antes las quejas diplomáticas, lanzó un mensaje radiado y con tono chulesco diciendo que: “la ciudadanía judía de Alemania, como castigo por sus crímenes abominables, tiene que hacer frente a una multa de 1.000 millones de marcos. A propósito, debo reconocer que no me gustaría ser judío en Alemania”.
Tales afirmaciones provocaron que varios países retiraran a sus Embajadores rompiendo sus relaciones diplomáticas. Sólo un país felicitó a Hitler por la Kristallnacht, España. El General Francisco Franco, que estaba en la fase final de la Guerra Civil española, mandó un mensaje por el que se alegraba de los sucesos contra los judíos.
Las consecuencias posteriores de la Kristallnacht sobre la población judía fueron terribles; los comercios fueron acosados abiertamente por miembros del NSDAP que vestidos con los uniformes del Partido Nazi, pintaban insultos en los escaparates y obligaban a los ciudadanos a no entrar en sus comercios. Hitler invita personalmente a que los judíos se marchen de Alemania, sea como sea, pero que se vayan.
La Oficina Central de Inmigración Judía (Zentralstelle für jüdische Auswanderung), dirigida por Adolf Eichmann, solicita al gobierno cubano que acepte a un determinado número de judíos alemanes a los que les concedería un visado. El 13 de Mayo de 1939, 937 judíos de todos los rincones del III Reich, se reúnen en el puerto de Hamburgo para subir al buque St. Louis con destino al puerto de La Habana (Cuba); el buque arriba en el puerto de la Habana el 27 de Mayo de 1939 pero se les deniega el desembarco por lo que el 2 de Junio de 1939 el buque zarpa rodeando la isla de Cuba con rumbo a Miami (Estados Unidos) que tras 2 días de navegación para llegar, este gobierno también se niega a acogerlos.
Las protestas de los representantes judíos producen efectos en Europa y entre los días 10 y 13 de Junio de 1939 Gran Bretaña promete acoger a 287 pasajeros, Francia a 224, Bélgica a 214 y Holanda a 182. Por fin, el 17 de Junio de 1939, el St. Louis llega al puerto de Amberes (Bélgica) acabando así la odisea de los 937 pasajeros.
|