En su juventud estudió Leyes en la Universidad de Graz (Austria) licenciándose en Derecho; ingresó en el partido austriaco de Hitler y comenzó a moverse entre sus miembros con ligereza para llegar, en 1932, a formar parte de la SS.
De él siempre destacó su enorme altura, más de 2 metros, su enorme cicatriz atravesándole la cara y de la que se sentía muy orgulloso y su feroz aspecto que producía en quienes le rodeaban un cierto temor.
Participó en los procesos para la anexión de Austria en lo que se denominó el Tercer Reich.
En los principios de los años 40 es elegido Secretario para la Seguridad de Viena que le promueve en su carrera hacia la Jefatura de la temible Gestapo.
En 1942 sucede en el cargo al asesinado Reinhard Heidrich y toma la Jefatura de la Policía de Seguridad tanto de la SD como de la oficina central de Seguridad del Tercer Reich (Gestapo).
Tras el fallido atentado del Coronel Claus von Stauffenberg, el 20 de Julio de 1944, contra Adolf Hitler en su Cuartel General de Lublin (Polonia), Kaltenbrunner recibe la orden de este de buscar a todos los culpables y no duda en investigar, arrestar y ejecutar a todos cuantos intervinieron en el complot; ordenó personalmente la ejecución del Pastor Dietrich Bonhoeffer, sus cuñados, Hans von Dohnanyi y Rudiger Schleicher, así como del Almirante Wilhelm Canaris. Por estos hechos, Hitler le felicita y en Diciembre de 1944 recibe la Cruz de Caballero de la Cruz al Mérito de Guerra con Espadas (en alemán: Ritterkreuz des Kriegsverdienstkreuzes mit Schwertern).
Por méritos propios asciende al grado de General y, desde su puesto como máximo líder de la Gestapo, es responsable directo de la deportación y asesinato de miles y miles de judíos en los campos de exterminio.
Tras su detención por las tropas norteamericanas el 15 de Mayo de 1945, es procesado por el Tribunal de Nuremberg y condenado a morir por ahorcamiento aunque, como se demostró después, muchos de los cargos presentados contra Kaltenbrunner correspondían al fallecido Reinhard Heidrich.
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